"" el ojo heterotópico: Las malditas diásporas, vistas por Françoise Vanneraud

jueves, 14 de marzo de 2013

Las malditas diásporas, vistas por Françoise Vanneraud



Podría decirse que la historia de la humanidad es la historia de los desplazamientos humanos en masa. Desde que se inventaron las ciudades se daba por sentado que la verdadera historia  -la de la cultura humana-  era la que tenía lugar en las urbes. Pero el nomadismo no desapareció nunca. Motivada por necesidades no cubiertas, por hambrunas, pestes, catástrofes, persecuciones religiosas o políticas, falta de trabajo o miserias varias, la gente se ha visto obligada a ponerse en movimiento una y otra vez. A abandonar su tierra, su cultura, su país. Lo ha hecho por ciclos, por sectores sociales, por regiones del mundo, por tiempos diferentes, y pocas zonas del planeta quedarán libres de la expulsión.




Éxodo, diáspora, exilio, extradición o migraciones, entre otros términos, el hecho de la movilización social muy a su pesar sigue siendo uno de los sinos y desgracias de nuestros días. Desarraigo y ausencia siempre. Abandono y pérdida del tiempo pasado. Esto ha sabido captarlo muy bien Françoise Vanneraud con sus dibujos en la exposición titulada Habitar la frontera que tiene lugar en el Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano de Valladolid. Formando una larga secuencia horizontal la artista ha dibujado en papel vegetal más de 300 figuras representando a los personajes de la emigración. Individuos de todas las edades, países y culturas, pertrechados de maletas, hatillos o mochilas, andando o en vehículos abarrotados de equipaje representan ese panorama de los movimientos migratorios actuales. Las figuras, recortadas, no van pegadas a la pared, sino aisladas, separadas del fondo. En las fotografías no se percibe bien ese efecto, que  dota al conjunto de un movimiento peculiar, pero si uno se fija en las sombras que proyectan se puede hacer una idea.




Para mí la clave de la contemplación, lo que verdaderamente nos lleva a sentirnos afectados por el fenómeno migratorio, no son tanto las imágenes tal cuales como la manera de presentarlas. Al colocarlas en una especie de banda corrida a lo largo de tres paredes las imágenes las percibimos cinematográficamente. Y cuando digo cinematográficamente no me refiero a que sean ni distantes ni ficticias, sino todo lo contrario: al poder de una imagen que simula movimiento. Rompiendo el esquema espacio-tiempo la descripción te atrapa y sigues la ruta no tanto como un cómic sino como una cinta sin fin y prácticamente sin solución. Se agradece la sensibilidad social de Françoise Vanneraud y esa visión dinámica con la que transmite uno de los grandes problemas no resueltos por las sociedades supuestamente modernas. 







(Françoise Vanneraud, imagen tomada del blog del MAVA, de Alcorcón)


10 comentarios:

  1. No importa la palabra que utilicemos para nombrar este triste episodio, las penurias són siempre las mismas...
    Todas estas ilustraciones del problema, son tan expresivas que no necesitan de las palabras para que nos llegue el mensaje...

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  2. Constante histórica, miseria histórica, precio histórico que pagan unas comunidades humanas y acaso todas antes o después. Pena que mis fotografías (no se puede usar flash) no puedan precisar bien el trabajo, y esa característica que la artista imprime de movilización, continuum o cinta humana sin fin.

    Gracias, Roser.

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  3. Me encantan esos dibujos

    Por cierto soy Pérfida
    Un saludo coleguita

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  4. Realment fascinant, la llarga caravana de la humanitat en pena.
    L'efecte és que floten sobre el camí, de manera que igualment els esperits fan de nou els camins amb cada èxode que comença.

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    1. Sí, una interpretación lograda. Tiene algo de espectral esta procesionaria: unos vuelven, otros caen por el camino, otros no retornan jamás...Hay resonancias de todas las épocas y un único denominador común en la humanidad forzadamente nómada: la amargura, el sentimiento de fracaso, el no entender nada...

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  5. Muy acertada la manera de representar por parte de la artista el perenne asunto de las migraciones, mezclando personajes de razas, culturas, costumbres. Todos unidos por el mismo ingrediente: la desgracia de abandonar sus hogares. Al modo de una secuencia en movimiento, he ahí el logro de esta interpretación. La migración, tal cual dices, sea cual sea sus nombres y apellidos, como dinámica, mezcla de soledad e incertidumbre.

    Ha estado bien acordarte de esta exposición.

    Mikel

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    1. Bien lo expresas y, tal como digo a Olga, tiene que embargar una sensación de impotencia, de ser un número cero, como si te estuviesen dando de baja en vida.

      No me esperaba este relato de la artista de Nantes y por eso me sorprendió tanto.

      Gracias, Mikel.

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  6. Esperemos que la maleta de Françoise Vanneraud viaje hasta Barcelona para ver de cerca esta interesante mirada sobre los éxodos que nos han llevado a todos a estar donde estamos (¡Hay gente con tan mala memoria!).

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    1. Toma nota por si aparece por ahí. Muchos somos hijos de éxodos, si no totales sí parciales pero que implicaron alguna clase de desarraigo en alguno de nuestros progenitores.

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