"" el ojo heterotópico: Entregados al libro (en vísperas del Día del ídem)

domingo, 21 de abril de 2013

Entregados al libro (en vísperas del Día del ídem)




A poco que se recorra una ciudad se advertirá que el libro aparece por doquier en su historia. No sé si las estatuas del futuro, suponiendo que se sigan esculpiendo, pues su significado fundamental se ha perdido o ha entrado en crisis en gran parte, seguirán incidiendo en el icono que ha supuesto en siglos pasados el libro. El libro, soporte y medio para el conocimiento y la narración inventada, sistema de divulgación de pensamiento o transmisión de doctrina, navega hoy más que nunca a merced de las nuevas tecnologías. Nunca su existencia en papel se vio tan apurada ni tan incierto se mostró su porvenir.

Los conocimientos científicos o técnicos, en la medida en que se imponen nuevos descubrimientos, dejan sin vigor o reducen la importancia de los textos escritos y genera otros nuevos. La ficción se reproduce una y otra vez sobre los mismos motivos que la naturaleza humana ha incentivado a su escritura desde el principio de las culturas, pero cada tiempo histórico reclama una especie de adaptación de estilos y formas expresivas. Aunque hay quien considera que la novela como tal género ya está obsoleta o que poco nuevo se expresa en poesía. Pero esto es el debate más o menos permanente al que hemos asistido desde hace décadas.

Hoy, la gran novedad es el enorme flujo de individuos que escriben, en parte a través de los nuevos medios de la red, en parte en privado y que editan en ediciones reducidas y económicas, más allá o más acá de las editoriales consolidadas. Aportan su granito de arena literario. Responden a su propia necesidad de sumarse al territorio de los escritores, independientemente de su nivel, su calidad, su lectura o su reconocimiento. Hay algo claro: se escribe en parte para satisfacción de un ego particular e íntimo, pero también para sentir gratificación y, de paso, al hablar de los mil y un temas que vienen tratando los escritores de toda laya desde hace siglos demostrarse a sí mismos que ellos también han probado y comprobado la vida.






Aclaración. Las esculturas pertenecen al monumento a Colón, en Valladolid. Obra del escultor sevillano Antonio Susillo, el conjunto tenía previsto como destino final La Habana. Pero la guerra e independencia de Cuba truncaron su envío. Son alegorías sobre la Historia y el conocimiento técnico. 



2 comentarios:

  1. Pocas cosas como el papel, nexo de unión entre lo que lees y lo que te transmite, cierto es todo lo que defines de aquellos que escribimos en donde podemos o nos dejan, en mayor o menor medida, pero posiblemente, la mas gratificante sea poder airear aquellos rincones que no siempre estamos dispuesto a exteriorizar...

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    1. Das en la clave, Josh. Airear, ventilar rincones, dejar rendijas por donde nos lleguen otros aires que se mixtifiquen con los nuestros. Se podría decir mucho sobre las tareas de lectura y escritura, tan vinculadas, que se reclaman sin sabe con exactitud cuál de ellas reclama a la otra. Casi siempre aceptando una cita a ciegas.

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